domingo, 10 de febrero de 2013

CAPÍTULO 12.


-¿Nerviosa?

-No. Solo me tiemblan las piernas y tengo un nudo en el estómago que me está matando pero no, no estoy nerviosa. - digo irónica.

-Jajaja, anda, vamos, no me seas exagerada. - baja del coche y cierra la puerta. Segundos más tarde imito sus pasos.

Brisa suave, de esas tranquilizadoras, tambalea mi pelo haciendo que uno de mis mechones juegue en mi cara, me lo aparto colocándomelo detrás de la oreja. Aire puro. Respiro hondo. Tranquilidad.
Miro la casa, es de las típicas de los pueblos en medio de la naturaleza, parece de cuento. Puerta de madera, paredes de piedra, ventanas cuadradas, en el tejado una chimenea la cual desprende un olor a leña que me encanta...

-¿Vamos? - dice Dani sacándome de mis pensamientos.

-S.sí... - me adelanta llevando en una mano las maletas y en el otro brazo a la niña.
Antes de que pueda meter la llave en la cerradura alguien abre la puerta haciendo que Dani meta un pequeño sobresalto.

-¡Daniel! ¡Ay, mi niño! ¿Cómo estás? - dice abrazándolo.

-Mamá, que me ahogas – dice separándose de ella y dándole un beso. - estoy bien. - dice un poco más dulce, sonrío levemente. - bueno mamá, como te dije ha venido Anna para conocer mejor esto y tal.

-¡Anna! - me acerco a ella y le doy un par de besos – pero que bien lo haces en Tu Cara Me Suena, deberías de ganar, he visto que te has cortado el pelo, estás guapísima. - sonrío, es una mujer encantadora, no la veía desde la última vez que vino a Tonterías.

-Muchas gracias Tina, me lo corte unos meses antes de terminar el programa, la verdad es que necesitaba un cambio. En todos los sentidos. - Miro a Dani para que me entienda. En nuestro rostro aparecen unas sonrisas cómplices. Antes de que Tina se percate de algo, Dani cambia de tema.

-Bueno, vamos a entrar que hace frío. Papá está en el salón ¿verdad? - dice mientras entramos y se dirigen hacia el salón. Yo me despisto y observo la casa desde el hall.

Es preciosa, escaleras de madera al fondo las cuales supongo que llegan a las habitaciones; a la derecha una puerta, consigo saber que es la cocina a pesar de que solo consigo ver la esquina del fregadero; a la derecha de la puerta un pasillo al final del cual se ve por una cristalera una terraza y el jardín; a mi izquierda y bajo un par de escalones, el salón, el lugar donde se viven más momentos familiares, el cual tiene un par de sofás, sillones, una mesa y la chimenea encendida, se nota que estamos entrando en el mes de diciembre.

-Annita, ¿qué tal preciosa?

-Muy bien Fernando, ¿ y usted? - pasamos lo que queda de mañana delante de la chimenea hablando, charlando y riéndonos con las tonterías de Fernando y Dani, de tal palo tal astilla.

Una vez hemos terminando de comer Dani decide llevarme a conocer mejor el pueblo mientras sus padres descansan y Valeria duerme.
Nos recorremos el centro entero, vemos todo, incluso donde hicimos la macrogamba... tengo que reconocer que me puse un poco tonta, se me vinieron miles de recuerdos...

-¡Venga Anna! - ¡ah! No os lo he dicho, ahora me está llevando a un lugar, que según él me va a encantar, el problema es que hay que hay que subir por una ladera...

-Es que no puedo más... - digo como una niña pequeña – aaaay... señor llévame pronto... ¡Aaaaaah! - grito al tropezar con una rama. Dani, en cambio, ríe y niega con la cabeza. - Si me mato será por tu culpa y cargará el peso en tu conciencia. - digo divertida.

-Jajajaja, Anna estás hecha una abuela, calla ya de protestar.

-Sabes perfectamente que mi cuerpo no admite el deporte... - por fin llegamos, noto sus manos enredarse en mi barriga mientras me abraza por detrás.

-Pues le voy a enseñar a tu cuerpo a admitirlo... pero otro tipo de deporte – me dice mientras me besa el cuello, sonrío como una estúpida apoyando mis manos en las de él.

-Como me hayas hecho subir hasta aquí solo para decirme esto te juro que te tiro ladera abajo – digo entre algún que otro pequeño suspiro y alguna risa.

-Jaja, no tonta, ven. - me coge de la mano, andamos un par de pasos más y nos sentamos en la hierba. Esto es precioso, desde aquí se ve Astorga entero.

-Vengo aquí cada vez que necesito escaparme de todo, cuando necesito pensar... -me mira y sonríe -nunca había traído a nadie aquí...

-¿Y por qué me traes a mí?

Se encoje de hombros, mira al infinito- quizás porque esta vez sea la primera que me enamoro de verdad... - me emociono con sus palabras, me quedo mirándole con una sonrisa. Creo que se da cuenta de lo que ha dicho porque le sale la chulería. - pero no sé, a lo mejor es porque estoy a punto de entrar en los 30...

-Imbécil, al final lo has estropeado como siempre... - digo divertida y empujándole un poco.

Y nos quedamos un rato así, sin nada que decir, porque nada es importante ahora mismo. Me hace cosquillas en el brazo mientras yo apoyo mi cabeza en su hombro observando como el sol poco a poco se va quedando dormido...
Debido a que Dani se ha sincerado decido hacerlo yo también, le debo una explicación.

CONTINUARÁ...

PD: comentad bichillos :3