CAPÍTULO 2.

Es increíble, semanas sin hablar y lo primero que me encuentro es con este tweet, ¿a qué está jugando?, no le respondo obviamente.

Me empiezan a llegar menciones estilo a: ''Nunca es tarde para hacer las cosas...'' ''Yo creo que todo el mundo quería...'' ''Quien no...'' etc.

Estoy harta, se va a enterar. Abro el whats app y busco deslizando mi dedo índice por la pantalla del teléfono hasta que lo encuentro. Dani.

-¿Se puede saber a que ha venido eso?. - No pasa ni un minuto y me contesta.

-No sé a que te refieres – Me está cabreando demasiado.

-Me refiero a que hace semanas que no te dignas a hablarme y que de buenas a primeras me encuentro con ese tweet. No sé a que estás jugando Daniel.

-Juego a que una chica me ha mencionado, me ha hecho gracia y le he contestado, punto Anna.

-Mira, se perfectamente que no eres de responder a esos tweets. ¡¡¿Sabes como está twitter por tu culpa?!! No tengo ganas de chorradas, si tan olvidada me tenías estas semanas no sé que haces, no lo entiendo.

-Yo no te tenogo olvidada Anna, y lo sabes.

-¿Ah no? Pues bien que no me hablas, ni me llamas, no te veo desde que terminó el programa en junio... y ni me ves en El Hormiguero ni en Tu Cara Me suena, y yo soy la que era tu mejor amiga ¿no?. - Tarda mucho tiempo en contestarme, ¿a qué espera? Supongo que se estará buscando una excusa.

-Anna... sí, es verdad, es verdad que no te veo pero... - no dejo que siga escribiendo.

-Muy bien Daniel, perfecto, me lo has dejado todo aclarado, creí que después de dejarlo con Cristina esto iba a volver a lo de siempre pero ya veo que no.

Buenas noches – Dejo el móvil en la mesa, cabreada, ¡¡¿pero qué se cree?!!

No para de sonar, lo vuelvo a coger pese a no quererlo pero parece un imán... miro el whats app, parece enfadado, al leerlo me quedo de piedra, lo vuelvo a leer unas 5 veces más...

-ANNA, SI NO TE VEO ES PORQUE NO QUIERO VOLVER A ENAMORARME DE TI, JODER!! - no sé que contestar, la verdad no me esperaba esa contestación, lo mejor será que me acueste, mañana será otro día.

Y sin parar de darle vueltas al último mensaje de Dani, entre nerviosismo y enfado acabo durmiéndome.

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El sonido del despertador hace que me despierte, lo apago de mala manera, anoche entre que me acosté tarde y que con lo que pasó me costó dormirme, no he pegado ojo.

Me levanto, me ducho, me preparo, desayuno, pero solo un café no tengo hambre y cojo mi maleta, tengo que ir a Barcelona para los ensayos. Esto de estar un día en Madrid, tres en Barcelona y el resto en Mollet me tiene hecha polvo.

Bajo corriendo ya tiene que estar el taxi esperándome, no he salido todavía del portal cuando lo veo apoyado en su coche con el iphone en la mano, no me lo puedo creer... ¿que coño hace aquí?.

Salgo como si nada, supongo que me ve porque viene corriendo hacia mí metiéndose el móvil en el bolsillo.

-¿Se puede saber que haces aquí? - le digo secamente, sin mirarle y andando hacia donde me espera el taxi.

-Hola Anna, buenos días, yo muy bien, gracias, me alegro de verte, ¿y tú?.

-Dani, tengo prisa, me tengo que ir a Barcelona y llego tarde, ¿has venido solo a darme los buenos días o a algo más productivo?.

-Como anoche no me dijiste nada y acabamos mal... ¡Por dios Anna, estate quieta un momento! - me dice al que no me detengo.

-Es que no tengo nada que hablar contigo – sigo andando pero me quita la maleta y no tengo más remedio que pararme - ¡¿me la puedes devolver?! ¡Está eñ taxi ahí y no voy a poder coger el avión!

-Pues no, por cierto, te llevo yo – se da media vuelta en dirección a su coche pero lo detengo.

-¡Ah no! Tú no me llevas a ninguna parte, prefiero irme andando de aquí a Barajas que contigo.

-¡Taxi! Puede irse yo la llevo, no se preocupe – éste tío es imbécil. - corre empieza a andar pero me parece a mí que no vas a llegar a tiempo eeh...

-¡¿Pero que haces?!, muy gracioso Daniel, muy gracioso, ahora tendré que llamar a otro taxi y perderé el avión – le cojo la maleta de la mano y ando en dirección contraria.

-Venga ya cuqui! - cuando escucho como me llama me paro y me sale una sonrisa espontánea, menos mal que estoy de espaldas y no me ve, sigue hablando – si estás deseando, además... que eres catalana y ya se sabe... no sois mucho de soltar el dinero jajaja – me doy media vuelta y le hago un corte de manga - venga Anna, en serio vamos – .

Me acerco lo que más puedo a él y le susurro: - Es que entonces, corras el riesgo de volver a enamorarte de mí... - nos miramos a los ojos unos segundos, tengo que reconocer que echaba mucho de menos estos momentos, lo echaba de menos a él...

-Me gusta correr riesgos... - me guiña un ojo, coge mi maleta y nos montamos en el coche.

CONTINUARÁ...